Damos difusión a la nota publicada por el diario Página 12, el día lunes 13 de enero de 2014.
CRITICAS A LA POLITICA DE VIVIENDAS DEL GOBIERNO
PORTEÑO
La desatención habitacional
Las subejecuciones
presupuestarias de los programas de viviendas y la falta de créditos
hipotecarios son parte de “una prolija decisión instrumentada desde el inicio
de la gestión” del PRO, sostuvo el diputado Juan Cabandié.
“La desatención en materia habitacional por
parte del PRO no es de ahora sino que es una prolija decisión de Estado
instrumentada desde el inicio de la gestión”, aseguró el diputado nacional Juan
Cabandié. Tal como informó Página/12 días atrás, durante 2013 el gobierno de
Mauricio Macri recortó programas de vivienda y subejecutó más de la mitad de
los 1300 millones de pesos disponibles para atender la problemática. A eso se
añaden datos surgidos de un informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad,
en el que se muestra que la gestión macrista, en seis años, entregó únicamente
cien créditos anuales –individuales o de familia– para vivienda. A las críticas
se sumaron la legisladora porteña Paula Penacca (FpV) y el auditor general
Eduardo Epszteyn, quien señaló que “la tierra es un factor muy escaso en la
ciudad de Buenos Aires”, y el macrismo “dispone los terrenos para otros fines,
no para la vivienda”.
Cabandié afirmó que “el macrismo, con
otras acciones de gestión, esconde la problemática habitacional”, y aseveró que
el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) –principal órgano dedicado al
desarrollo de políticas habitacionales– es “una estructura de la ciudad de
Buenos Aires inservible en estos años”, dado que “sólo les paga el sueldo a mil
personas, pero no urbanizan villas ni hacen barrios”.
De acuerdo con un informe de la defensoría
del último 19 de diciembre, el “saldo no utilizado entre 2009 y 2013 asciende a
267.576.007 de pesos”, que “representa más de 630 créditos hipotecarios que
podrían haber sido otorgados en estos años (tomando como referencia los montos
mínimos vigentes)”. El organismo resalta que “en caso de haberse ejecutado la
totalidad del presupuesto, prácticamente se podría haber duplicado la cantidad
de créditos otorgados de 2007 a la fecha”. Más aún, el Instituto de la Vivienda
de la Ciudad (IVC) nunca en su historia ejecutó la totalidad del presupuesto
asignado sobre “la política crediticia del Gobierno de la Ciudad”.
“Lograron que la gente no sepa a qué
organismo acudir para resolver las cuestiones relacionadas con la vivienda”,
manifestó Paula Penacca, quien agregó: “Hay cosas que las heredaron, como la
ley 314 para cooperativas de vivienda, pero en 2012 crearon el programa Primera
Casa, y ese presupuesto tampoco lo han ejecutado en su totalidad”. En tal
sentido, el último año no “tuvieron impulso los créditos de primera vivienda,
pese a los anuncios de la gestión macrista”, ya que “el presupuesto total no
superó los cinco millones de pesos”. Los datos relevados por la Defensoría indican
que el lanzamiento del Programa Primera Casa BA, en junio de 2012, “previó el
otorgamiento de entre 3500 y 4000 créditos”, se presentaron 200 mil
solicitudes, de las cuales el IVC sólo derivó 5276 carpetas y el Banco Ciudad
aprobó 3114 créditos. Sin embargo, “hasta el mes de agosto se efectivizaron
508”, es decir, entre el 12,7 y el 14,5 por ciento de los créditos calculados.
Por su parte, Epszteyn, auditor general de
la ciudad de Buenos Aires, aseveró que “hay una decisión de abandonar la
política de vivienda”. En sintonía, Cabandié destacó que “el macrismo construye
una agenda mentirosa”. “Quiere hacernos creer que lo que necesitamos es el
metrobus o las bicisendas”, cuando “la necesidad de los porteños, desde hace 10
años, es la vivienda”.
Tanto Penacca como Epszteyn señalaron que
la gestión del PRO considera como un negocio inmobiliario a la tierra. “Hoy
existe una política donde la ciudad vende inmuebles ociosos para que se
desarrollen negocios inmobiliarios, cuando éstos podrían ser parte del dispositivo
de resolución de la problemática habitacional”, indicó la legisladora. Mientras
que el auditor remarcó que existe un crecimiento “de manera irracional de
villas, por la escasa tierra que hay”.