Programa Grupos de Trabajo de CLACSO
VIII Reunión del Grupo de Trabajo
Desarrollo
Urbano
UTOPIAS PRACTICADAS EN CIUDADES
DE AMÉRICA LATINA.
Los nuevos rumbos del desarrollo urbano
22 al 24 de octubre de 2008, Buenos Aires, Argentina
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DECLARACION
DE BUENOS AIRES
POR UNA CIUDAD
JUSTA
Asistimos
en América Latina y en particular en Sudamérica a una circunstancia histórica
inédita. Un conjunto de países con gobiernos democráticos y populares se
articulan en una acción regional (UNASUR, MERCOSUR, Tratado de Río), que
presupone retomar la iniciativa autónoma del destino de los pueblos. La agenda
pública latinoamericana está ahora abierta, posibilitando el ingreso de temas
de relevancia para el desarrollo. Es el momento en que la importancia de lo
urbano, de la ciudad metropolitana, cobre un sentido mayor en la agenda de la
unidad regional.
Luego
de casi siete años de crecimiento estable los índices de pobreza descendieron
aunque las desigualdades económicas persisten. Han surgido orientaciones de
políticas alternativas con énfasis social, no adscriptas a los previos acuerdos
de corte neoliberal. En algunos casos incluso, han tomado la forma de nuevas
Constituciones que intentan reelaborar acuerdos nacionales con reconocimiento
explicito de realidades multiétnicas y pluriculturales.
La
crisis mundial derivada del fracaso de décadas de neoliberalismo reinstala la
soberanía de las naciones del continente para reconfigurar el papel del Estado
en la intervención y orientación del
desarrollo a través de las políticas públicas.
La desregulación financiera ha
caído en el descrédito por sus nefastas consecuencias globales; los Estados
asumen un papel activo y en algunos países se intenta anticipar la crisis con
amplios programas de inversión pública en infraestructura y apoyo a los
pequeños y medianos negocios.
Lo que dio en llamarse “el fin
de las ideologías” resultó en el fin de su contrario “el pensamiento único” (un
único modelo económico, un solo modelo político, una única cosmovisión, un
único tipo de orden urbano) para dar lugar a un mundo multilateral, a una
revalorización de las uniones regionales, a una multipolaridad que habilita las
más variadas perspectivas para el devenir de los pueblos y las naciones.
Uno de los actuales desafíos
enfrentados en las ciudades de América Latina es la intervención en territorios
cada vez más complejos, impredecibles e inciertos. Otro desafío es aceptar el
reconocimiento del protagonismo de nuevos y viejos actores sociales y políticos
que están construyendo nuevas espacialidades públicas.
Por todo lo anterior:
Concebimos el desarrollo urbano como un desarrollo social legitimo,
incluyente, participativo y concertado, con una espacialidad que soporte las
relaciones sociales que se establezcan en la reproducción de la vida,
rechazando modelos impuestos sin relación con la historicidad de América
Latina. El objetivo de este desarrollo urbano es la valorización de la vida y
su reproducción en territorios concretos, respetando sus especificidades y
cosmovisiones.
Necesitamos redefinir las formas
de representación social en el Estado a fin de establecer
institucionalidades políticas constituidas por nuevos acuerdos, normas y
procedimientos adoptados colectivamente. Se trata de instituir espacios
compartidos de reflexión para elaborar programas y procesos de
transformación dirigidos a configurar un
proyecto de desarrollo y justicia social basado en las territorialidades
populares.
Propugnamos por una globalización alternativa que supere la actual
“modernización sin modernidad” porque
las ciudades latinoamericanas no pueden seguir acumulando deuda social a costa
de un denodado esfuerzo por proyectar imágenes epidérmicas de
“modernidad”, relucientes sí, pero
inconsecuentes o indolentes con su realidad social, política, económica,
ambiental y cultural.
Abogamos por políticas de
desarrollo incluyente que construyan escenarios horizontales y
multiactorales para una experiencia urbana creativa e íntegra, que supere la
marginalización de los sectores populares, la estigmatización y criminalización
de la pobreza y las lecturas reduccionistas
y que apunten a la construcción de una economía social.
Consideramos necesario que la
materialidad urbana, expresada por su dimensión física, técnica, tangible,
amplifique las posibilidades de una integración social positiva en la totalidad
del espacio urbano: freno a la especulación, asignación social del suelo y
distribución colectiva de las plusvalías urbanas resultantes del conjunto de
inversiones públicas y privadas en el territorio.
Reconocemos la multidimensionalidad (funcional,
física, simbólica) del espacio público, concebido como ámbito
de construcción de ciudadanía, descubrimiento y defensa de nuevos derechos,
expresivos de una lucha efectiva por la libertad individual y colectiva. La concepción,
manejo y administración del espacio público construido de la ciudad debe ser
una responsabilidad colectiva encaminada al fortalecimiento del sentido de lo
público y de la gobernabilidad.
Consideramos el conocimiento como una creación social
que resulta de instrumentos tradicionales y de nuevas formas de gestión del
propio conocimiento, por eso defendemos: el uso socialmente justo de redes
telemáticas, el reconocimiento de las comunidades
de práctica y de las redes
socio-gubernamentales como formas adecuadas para alcanzar la
democratización de la producción, la apropiación de la riqueza y de los
recursos concentrados en el espacio urbano.
Defendemos
un proyecto pedagógico ciudadano que
fortalezca las formas de organización social y política, la formación de redes sociales como procesos
que enriquecen la experiencia urbana, la corresponsabilidad, el sentido de
pertenencia a los lugares y el control por parte de la sociedad de las
decisiones que afectan el espacio urbano.
Concebimos
el transporte
como medio de movilidad y elemento material,
que por constituir condición de
accesibilidad, garantiza el derecho a la
ciudad posibilitando el uso de sus recursos materiales e inmateriales. A su
vez, es un valioso instrumento para una integración social y espacial de la
ciudad, constituyendo un recurso público a ser controlado por el Estado y la
ciudadanía.
Entendemos
que la transformación y diversidad social y cultural resultante de la movilidad y la migración, es una
nota distintiva que no puede obviarse en la
ciudad latinoamericana. El migrante espera y tiene derecho a ser respetado,
entendido y considerado en su cultura y su identidad. La ciudad y los migrantes
habrán de transcurrir el mutuo aprendizaje de compartir una ciudad transformada
por una nueva integración que los incluya.
Sostenemos
que la planificación y la
descentralización político-administrativa, como producto de la interacción
de los actores sociales, contribuye a garantizar la ciudadanía cuando se
realiza a través de procesos participativos que reconocen los
saberes locales y evitan la fragmentación y guetificación. La elaboración
participativa del proyecto de descentralización y la recuperación de prácticas socio-urbanas preexistentes configuran un marco apropiado
para que el Estado descentralizado resultante no sea una mera y mala copia del
que se quiere descentralizar con sus mismos vicios e ineptitudes.
Fundamentados
en los posicionamientos anteriores, valoramos las siguientes direcciones en la
producción de conocimiento sobre lo urbano:
·
el
rescate de la historicidad y singularidad de las formaciones sociales
latinoamericanas;
·
el
lenguaje transdiciplinar, las racionalidades alternativas, la lectura
activa y dialógica de la cuestión urbana;
·
la
simultaneidad de los movimientos de involución y evolución de las ciudades;
·
la
inclusión de otros saberes y la valorización de contextos y lugares;
·
la
resistencia a la reproducción acrítica de paradigmas y modelos, superando el
economicismo y la tecnocracia, teniendo como guía una reflexión moral
y ética de la experiencia urbana.
De
esta manera, para nosotros, una ciudad
justa es aquella donde:
1. Se respeta la vida, la identidad y la
dignidad de las personas.
2. Hay acceso igualitario y equitativo a
bienes y servicios.
3. Se garantiza la igualdad de oportunidades.
4. Los pobladores participan en la creación de
la normatividad social.
5. Se garantiza la participación en espacios
de decisión para elaborar e implementar políticas urbanas.
6. Se reconoce la utilización de espacios
públicos físicos para las prácticas democráticas, la movilización de la
ciudadanía y su libre expresión.
7. Coexisten los diferentes y se rechaza la
discriminación, la marginación y la estigmatización.
8. Se promueve la economía social con recursos
públicos priorizando la distribución equitativa de la riqueza.
9. Se reconoce en el espacio urbano su valor
de uso sobre el valor de cambio que le otorga el mercado.
10. Permite la expresión
espontánea y autónoma de la gente y la interactividad creativa, solidaria y
libre de su
experiencia urbana.
FIRMANTES MIEMBROS DEL GRUPO DE
TRABAJO
Ana Clara Torres Ribeiro,
IPPUR/UFRJ, Brasil
Héctor Poggiese, FLACSO/PPGA,
Argentina
Danilo Veiga, Fac. de Ciencias
Sociales, Univ. de la República, Uruguay
Tamara Tania Cohen Egler,
USP/IPPUR/UFRJ, Brasil
Luis M. Cuervo, ILPES-CEPAL, Naciones
Unidas
Carlos Yory, Universidad
Javeriana y Universidad Nacional de Colombia, Bogotá
Jorge Sáinz Cardona,
Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, Bolivia
Max Arnsdorff, Instituto de
Investigaciones Arquitectura, La Paz, Bolivia
Iliana Mignaqui, Programa
Urbanismo y Ciudad FADU/UBA, Argentina
Pablo Ciccolella, Facultad de Filosofía y Letras/UBA, Argentina
Juan Donato Lombardo, Univ.
Nacional General Sarmiento, Argentina
Márcio Piñon de Oliveira,
Universidade Federal. Fluminense, Brasil
Jaime F Erazo Espinosa, FLACSO
Ecuador
Olga L. Paredes A., Instituto
de Investigacion y Post Grado FAADU, UMSA, La Paz, Bolivia.
Omar A. Urán Arenas,
Universidad Nacional de Colombia- Medellín
Denise Y. Freitas
Dornelles, CES, Universidade de Coimbra,
Portugal
Hernán Mamani, IPPUR/UFRJ,
Brasil
Hilda Herzer, Inst. Gino Germani-Area de Estudios Urbanos,
Facultad de Ciencias Sociales/UBA
Mario Sabugo, FADU/ Universidad de Buenos Aires
Mariana Giaretto, Fac. Derecho
y Ciencias Sociales/Cehepyc, UN del Comahue, Cipolletti, Argentina.
Marta Ines Villa, Investigadora, Corporación Región
(Medellín-Colombia)
Mariana Segura, FLACSO/PPGA,
Argentina
Ramiro R. Rojas Pierola, Inst. de Investigación y
Postgrado-FAADU-MSA, La Paz, Bolivia.
Maria Adélia Aparecida de Souza, TERRITORIAL Inst.
Pesquisa, Informação e Planejamento/USP
Alice Lourenço (Brasil)
Rosa Maria Cortês de Lima (Brasil)
Análida Rincón Patiño, Escuela de Planeación Urbano-Regional, Medellín, Colombia
Silvana
Ruiz, Centro de Investigaciones Ciudad, Quito, Ecuador
OTRAS ADHESIONES
Alberto Rivera Pizarro, Director de
Planeamiento Alcaldía del Cercado, Cochabamba, Bolivia
Juan Matías Cerezo, Programa PPGA,
Flacso Argentina
María Elena Redin, Programa PPGA, Flacso Argentina
Karina
Cortina, CONICET/Facultad de Arquitectura, Universidad de La Plata
Frederico Guilherme Bandeira de Araújo, IPPUR/UFRJ
Orlando Alves Santos Júnior, IPPUR/UFRJ
Soledad Bordegaray, Movimiento de Trabajadores Desocupados MTD, La
Matanza. Argentina
Mónica Arroyo, Departamento de
Geografia, Universidad de São Paulo.
Leonardo Silvio Vaccarezza, Universidad
Nacional de Quilmes, Argentina
Lourdes Marquina, México
Cristina Martínez, México
Patricia Olivera, profesora de
Geografía, UNAM, México
Orlando Júnior, Forum Nacional da
Reforma Urbana e IPPUR, Rio de Janeiro, Brasil.
Sandra Bacca Piñeros, Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar
Manuel Ferraz Lorenzo, Universidad de
La Laguna, España.
Silvia Bénard, Universidad Autonoma de
Aguascalientes, México
Jorge Alberto Rivera Páez Arquitecto Urbanista, Museo Histórico, México.
Carolina Vargas, politóloga, Secretaría
de Integración Social, Bogotá, Colombia
Ana Marlen Gómez S., Secretaría de
Integración Social, Bogotá, Colombia
Gloria Cuartas, Otra Colombia es
posible, Bogotá, Colombia
Hernán Giménez, Universidad Piloto,
Programa Arquitectura, Coordinador de Investigaciones
Tómara Paola Anla H. psicóloga, Universidad
Nacional de Colombia
Angélica Acosta, Universidad Nacional
de Colombia
Alain Musset Director de Estudios en la Escuela de Altos Estudios
en Ciencias Sociales
(EHESS-Paris) Director del Master Estudio Comparativo del desarrollo
(EHESS-Paris) Director del Master Estudio Comparativo del desarrollo
Fabio Omar Oliva, Redes PPGA, Parque
Avellaneda. Argentina
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